Cuando se trata de gestionar las finanzas personales, muchos se enfocan únicamente en la cantidad de dinero que ganan. Sin embargo, hay otros aspectos de tus ingresos que son igual de importantes, si no más, para asegurar tu bienestar financiero a largo plazo.
Importan más los ingresos relativos que los absolutos. Nos dejamos seducir por las cifras absolutas de ingresos sin tener en cuenta el costo real en términos de tiempo y energía que se requiere para obtenerlos.
Permítanme ilustrarlos con este ejemplo: Juan gana 100,000 al año, una cifra nada despreciable, pero para lograrlo trabaja 80 horas a la semana, lo que le da un ratio precio-hora de solo 25.
Por otro lado, Pepe gana la mitad, 50,000 anuales, pero trabaja solo 10 horas semanales, con un impresionante ratio precio-hora de 100. ¿Quién es realmente más rico en términos de tiempo y libertad? Lo relevante no es solo el dinero que ganas, sino el tiempo y la energía que inviertes en ganar ese dinero.
La verdadera riqueza no se mide únicamente por los ingresos, sino por la libertad y la calidad de vida que podemos disfrutar.
Mis queridos amigos, esta es una lección crucial. No se dejen engañar por las grandes cifras de ingresos. En su lugar, enfóquense en maximizar su ratio precio-hora de modo que puedan alcanzar sus metas financieras trabajando menos y disfrutando más de su valioso tiempo.
Como dice mi mentor, “De lo que se trata es de ser rico en dinero y en tiempo”
Si tienes dinero pero no tienes tiempo, en realidad eres un esclavo.
¿De qué sirve acumular riquezas materiales si no tenemos tiempo para disfrutarlas?
La clave, entonces, es aumentar tu valor en el mercado: cuanto mejor seas en lo tuyo o más exclusivo, más pagarán por ti. Hazte imprescindible diferenciándote y empaquetándolo.
Tener opciones, poder escoger, es el verdadero poder. Cuando se enfocan en maximizar sus ingresos relativos en lugar de perseguir ciegamente cifras absolutas, se liberan de las cadenas de la esclavitud laboral y se abren las puertas a una vida verdaderamente rica y plena. Así que les insto a que repiensen su enfoque sobre la riqueza.
No se trata solo de acumular dinero, sino de crear una vida en la que tengan tiempo y libertad para disfrutar de lo que realmente valoran.