Eres la suma de cada uno de tus hábitos

Algo absolutamente crucial en tu viaje de autoconquista es conocer tus hábitos.

Verás, tu vida hoy es esencialmente la suma de tus hábitos.

Qué tan en forma estás es un resultado de tus hábitos alimenticios y de ejercicio.

O tal vez debas preguntarte qué tan feliz eres ya que esto es un resultado de tus hábitos de pensamiento.

Qué tan exitoso eres es un resultado de tus hábitos de trabajo.

Si quieres cambiar tu vida, necesitas cambiar tus hábitos.

Es tan simple y tan difícil como eso.

Simple porque el concepto es fácil de entender; difícil porque estos hechos están profundamente arraigados y a menudo operan a un nivel inconsciente.

Pero aquí están las buenas noticias: los hábitos pueden cambiarse, y cuando los cambias, cambias tu vida.

Comienza con la conciencia. Presta atención a tus rutinas diarias. ¿Qué hábitos te están sirviendo bien? ¿Qué hábitos te están frenando? Una vez que hayas identificado estos que quieres cambiar, la clave es comenzar pequeño. No intentes revisar toda tu vida de la noche a la mañana; eso es una receta para el fracaso. En cambio, concéntrate en un hábito a la vez. Hazlo tan pequeño que sea casi imposible fallar.

¿Quieres comenzar a hacer ejercicio? No te comprometas a una hora en el gimnasio todos los días; comienza con una flexión de brazos al día.

¿Quieres comer más saludable? No intentes cambiar completamente tu dieta de la noche a la mañana; comienza agregando una verdura a una comida al día.

Estos cambios pueden parecer insignificantes, pero recuerda: no estamos buscando una transformación de la noche a la mañana. Estamos buscando un cambio duradero, y el cambio duradero ocurre gradualmente, un pequeño hábito a la vez. A medida que estos pequeños hábitos se arraiguen, puedes construir sobre ellos. 

Una flexión se convierte en dos, luego en cinco, luego en diez. Una verdura en una comida se convierte en una verdura en cada comida. Antes de que te des cuenta, has creado un nuevo estilo de vida.

Y agrega el hábito de pedir ayuda cuando sabes que la necesitas…. No eres Súperman ni Superwoman, eres tu y muchas veces, necesitas que alguien te eche una mano, verdad? Aquí tienes una opción.

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