El maestro Kiyosaki, en varios de sus libros habla de un tema fundamental: la gestión de tus emociones.
Verás, las emociones son cosas poderosas; pueden ser tu mejor aliado o tu peor enemigo.
La clave es aprender a usarlas en lugar de dejar que te usen.
No estoy diciendo que debas suprimir tus emociones; eso no es saludable y tampoco funciona a largo plazo.
De lo que estoy hablando es de la inteligencia emocional: la capacidad de reconocer tus emociones, entender lo que te están diciendo y elegir cómo actuar sobre ellas.
Y créeme a mi o a Kiyosaki si te digo que es más importante que la inteligencia financiera.
Por ejemplo, el miedo. El miedo puede paralizarte o puede motivarte; todo depende de cómo lo interpretes. Cuando sientas miedo, en lugar de pensar “esto es una señal de que debo parar”, intenta pensar “esto es una señal de que estoy a punto de crecer”.
Usa ese miedo como combustible para impulsarte hacia adelante. Lo mismo se aplica a la ira. La ira puede hacerte explotar y dañar relaciones, o puede canalizarse en una determinación para cambiar las cosas para mejor. Todo se trata de cómo eliges responder.
Desarrollar la inteligencia emocional lleva tiempo y práctica. Involucra volverse más consciente de tus emociones, entender sus desencadenantes y encontrar formas más saludables de expresarlas.
Pero es una de las habilidades más valiosas que puedes desarrollar, porque cuando puedes manejar tus emociones, puedes manejar tu vida.
Se inteligente…. Emocionalmente, y quizá puedas reconocer que necesitas ayuda. Si es así, acá tienes una opción